No os descubro nada si a estas alturas digo que el comportamiento de las tecnológicas y todo lo vinculado a las redes sociales está alcanzando unos límites de desvergüenza insospechados, en cuanto a como manejan el cotarro y se ríen en nuestra cara con unas actitudes inquisidoras en todos los ámbitos relativos a la libertad de expresión, que han alcanzado su cenit con los últimos acontecimientos acaecidos a raíz del resultado de las elecciones estadounidenses del pasado 2020.
Esto digamos ha sido la gota que ha colmado el vaso de mi paciencia para comenzar a no seguir en la medida de lo posible ese main stream de las redes, algo de todos modos consustancial a mí, intentando siempre apartarme de lo más genérico y convencional en cualquier aspecto de mi vida.
Uno de los monopolios en cuanto a las redes sociales es Facebook, que hace unos años compró WhatsApp, así como Instagram por ejemplo, evidenciando en manos de quienes estamos. Ahora(como cabría esperar) van a vincular Facebook con WhatsApp, con todo lo que ello implica viendo los antecedentes de esta compañía. Esta red social a título personal ya prácticamente no la utilizo, si tengo allí varias páginas pero de marcas y proyectos públicos, así como en Instagram con un perfil profesional. Es a través de Twitter donde me expreso personalmente y aunque también tengo allí una cuenta corporativa, la personal solo será hasta cuando se consolide una alternativa que las tecnológicas dictatoriales no puedan tumbar.
Por lo tanto y como primer paso dejo WhatsApp, algo que personalmente no me supondrá ningún trauma ni molestia, para irme a Telegram, cargada de virtudes con respecto a la primera. Aunque parece que la unión Europea va a comenzar a tomar cartas en el asunto, resulta muy saludable ir dejando en la estacada a estas compañías que utilizan el matonismo como moneda de cambio. Así mismo si queréis informaros sobre alternativas que acaben con estos monopolios, aquí os dejo un interesante recopilatorio.
